Pocas películas de terror me han sorprendido tan gratamente como Ringu (y no es que haya visto pocas), tanto por el hecho de ser antigua, como el de tener un mal remake estadounidense, esperaba una película que no me causara impresión alguna, más por el contrario es una película que cumple en el género del terror.

 

    Los motivos de ellos son variados, partiendo por caracterizarse por ser una película con trama, la cual a medida que se va desarrollando involucra a nuevos personajes que te permiten comprender porque la película plantea los sucesos del modo en que los presenta. La trama consta, como muchos ya conocen, de muertes extrañas ocurridas justo a los siete días de ver un extraño video, teniendo como especial característica la forma en que el rostro de los muertos se deforma, y una periodista que averigua porque sucede este fenómeno; está esta entremezclada con imágenes del pasado en que se comprenden hechos que llevarían a la supuesta antagonista a actuar como lo hizo, pero en el proceso descubren que la historia no es del modo que ellos creían.

     En cuanto al video quiero hacer una especial comparación con su homónima estadounidense, debido a que en la versión estadounidense se preocupan de que todo lo que se ve en el video exista en la vida real otorgándole significación a cosas que realmente no figuran real parte de la trama, mientras que la japonesa por el contrario pareciese carecer de sentido originalmente, más todo esta debidamente justificado, permitiendo resolver lentamente el misterio mediante la descodificación de mensajes ocultos, y no mediante la coincidencia fotográfica de un lugar.

     Sumado a lo anterior un rasgo bien logrado en la película fue el ambiente, aunque lamentablemente a pesar de ser bien logrado fue poco aprovechado; al contrario de lo que ocurre en muchos films en distintos países del mundo, los japoneses se caracterizan por la utilización de escenarios reales, no casas piloto o lugares extremadamente lúgubres, si no lugares que todos conocemos, porque todos hemos visto en la cotidianidad casas u hostales como los que la película muestra, el hecho de que los escenarios sean reales además de otorgarle intensidad a la película causa una mayor impresión por el hecho de su veracidad, es algo que ha uno le podría suceder.

     Siguiendo con la trilogía en la segunda se aborda como luego de que el misterio ha sido supuestamente resuelto, las muertes siguen ocurriendo, a pesar de que el supuesto espíritu perturbado que las causara estuviese descansando en paz, frente a esta nueva reaparición de las muertes, se busca una nueva explicación más convincente, llegando a la conclusión de que es un espíritu malvado que aloja en distintas personas. Es interesante el hecho de que las actuaciones hayan sido llevadas a cabo por el mismo elenco de la primera película, el cual por cierto para los rangos japoneses tiene actuaciones bastante aceptables, y hayan desarrollado la personalidad de los distintos personajes de modo que se note un cambio o evolución causado tanto en su estilo de vida como en su personalidad debido a los acontecimientos de la primera.

     Por otro lado es interesante como en el segundo tomo la película deja de ser tan sobrenatural y comienza a buscar tanto una explicación como una solución científica, logrando una aceptable teoría sobre la energía que entrega el video y como traspasarla al agua (logrando una interesante escena en la piscina).

     Para finalizar con la trilogía se hace una precuela, en está uno espera ver como se da la transformación para que la protagonista se vaya delineando como la mala de la historia, pero lentamente uno se va percatando de que las cosas no son exactamente de ese modo, y la verdadera mala esta tras la protagonista, y finalmente se podría casi decir que necesita de ella.Para concluir recomiendo esta trilogía, la cual a pesar de carecer de buenos efectos especiales o de actuaciones sobresalientes te deja con ganas de más.