La Gran Guerra Marciana; Un documental ficticio a medio camino entre la 1° Guerra Mundial y la Guerra de los Mundos de Wells. Nota: 10/10

Los falsos documentales son una rareza a la que vale la pena ponerle mucha atención. Especialmente, en el género de la Ciencia Ficción que nos congrega en este asqueroso rincón de la Internet al que llamo “Contra Prensa Distópica”. En sencillo, un falso documental es una obra narrativa que utiliza los códigos, estética, formulas y estructuras de un documental clásico para narrar un evento ficticio o satirizar un suceso a objeto de criticarlo.  Del segundo caso, puedo mencionar a Borat y del primero, por supuesto, la mítica transmisión radial de Orson Wells: La Guerra de Los Mundos.



El objetivo principal de este recurso narrativo que acabo de mencionar es la verosimilitud, es decir, provocar que el espectador crea que los acontecimientos narrados ocurrieron realmente del modo que es expuesto, luego, ¿es posible hacer eso con ciencia ficción? Si, por eso hoy les hablaré sobre este documental llamado “La Gran Guerra Marciana”. Solo pude encontrar el audio que, como adelanto, puedo decirles que es magnífico, pueden descargarlo de este sitio.
 
Como mencione, mediante distintas formulas retoricas como entrevista de testigos oculares y sobrevivientes a los eventos trascurridos, exposiciones de expertos y recreaciones nos exponen los dramáticos eventos que se desarrollaron en la hipotética invasión extraterrestre ocurrida en Alemania, Francia e Inglaterra justo en los años en los que realmente debió ocurrir la primera guerra mundial.



La verosimilitud que me provocaron estos sucesos fue increíble. La fórmula utilizada es sencilla: ¿Cuál es el mejor modo de hacer creíble una mentira? Por supuesto que mezclarla con hechos verdaderos. Es justo allí donde observo la genialidad de este documental porque no solo mezclaron hechos sustancialmente verdaderos –los sucesos ocurridos durante la primera guerra mundial-, sino que también utilizaron los esquemas y recursos históricos de los documentales sobre la primera guerra mundial.

Por ejemplo, el Plan Schlieffen, la fuerza expedicionaria inglesa, el pacifismo del presidente Wilson, las líneas de trincheras, la progresiva introducción de aviones y los tanques, etc.

Los eventos de la encarnizada guerra son increíbles. Estoy acostumbrados a cierto nivel de armamento (usualmente contemporáneo o al menos posterior a los años 60), pero nunca había visto enfrentamientos contra extraterrestres con tácticas y tecnología de la primera guerra mundial; hablo de trincheras, tierra de nadie arrasada por la artillería y oleada tras oleada de soldados humanos cargando en cerradas formaciones con una bayoneta por delante, esquivando alambradas, balas y explosiones.



Asimismo, no es predecible el final de la guerra porque parece, incluso, que no hay posibilidad para la raza humana, salvo por el detalle de que obviamente vencimos si podemos estar escuchando el documental. Es por eso que ante un escenario tan encarnizadamente desesperado, no dejas de preguntarte: ¿Cómo saldrán de esta? Entonces, resulta que aparece un general que propone esto, y cuando parece que las cosas van bien: fracaso.

La descripción de la maquinaria de guerra extraterrestre es francamente terrorífica. Desde sus enormes máquinas de asedio a su sanguinaria infantería me provocaron mucho temor, en especial, al escuchar las desgraciadas experiencias de los sobrevivientes que debieron enfrentar esas monstruosidades. Por ejemplo: “Anochece, a través de la bruma aparecen formas elevadas. No son criaturas, sino maquinas. Pido misericordia a Dios en susurros, y en respuesta nuestra artillería estalla como si cobrara vida. No podemos contenerlos, nuestras armas son inútiles. El infierno ya no está bajo nosotros, ha caído del cielo. Tenemos que retroceder”. 



Luego, una descripción con voz en off, dice: “Los soldados pusieron nombre a estas máquinas de guerra: Garzas. Cada Garza iba rodeada  de una nube toxicas, a los soldados se les suministro con rapidez mascaras antiguas (…)  y para los soldados del frente, como el soldado John Gommery, la protección tenía un precio”, para concluir con la declaración de este soldado: “no podías ver nada, no podías hablar con nadie, estabas solo. Tenías a tu lado otros 50 hombres, pero estabas solo. No había nadie”. 

Así, la voz en off sigue: “A los pies de las tambaleantes garzas habían batallones de máquinas más pequeñas, sus perros de ataque. Irrumpían de miles en el campo de batalla. Maquinas asesinas rápidas e inmisericordes que mataban cuerpo a cuerpo. Eran su división de infantería y pronto se les llamo arañas de hierro”. Finalmente, un sobreviviente narra: “Nos cazaban, nos enroscaban. Nos acuchillaban, nos ensartaban, nos estrangulaban, nos partían por la mitad cuando aún estábamos vivos. Lo peor eran los ataques nocturnos, las arañas se colaban en tierra de nadie. Se posaban tras nosotros y hacían caer sus brazos. No nos podíamos mover porque el menor movimiento significaba la muerte cuando rondaban las arañas”.



Concluyendo, este documental falso ha sido una de las mejores obras con las que he tenido la fortuna de encontrarme. Se los recomiendo de sobremanera, y si algún lector lo encuentra con imágenes le pido que por favor lo comparta conmigo. Si les gusta la ciencia ficción y saben un poco que sea de la primera guerra mundial, les ruego que se den el tiempo de apreciar este magnífico falso documental. Merece un 10/10 perfecto y eso que solo pudé escucharlo. 

Finalmente, encontré un video que resume toda la guerra con las imagenes del documental. Les sugiero que lo vean después de escuchar la grabación.




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