In the Mouth of Madness; Cuando el Cine rompe con éxito la tapa de un libro. Nota: 10/10 (Película).
Elegir una película para ver es difícil,
particularmente en un género como el horror. Hay apuestas seguras como El Exorcista, Polteirgeist y la Masacre en
Texas, sin embargo, cuando tu novia es una fanática compulsiva del cine del
terror que ha visto todo el catálogo de Netflix y HBO Go, uno se ve obligado a excavar
más profundo. Así fue como llegue a una de las más lunáticas y excelentes cintas
que he visto, habló de In The Mouth of
Madnes, que sorpresa, es obra de John Carpenter.
Lamento que mientras más terror veo, más me doy
cuenta que es un género invadido por la mediocridad. Es muy barato de producir
y por muy mala que sea la película, el promedio de ventas es muy superior a la inversión
que significa. Las excepciones existen, afortunadamente. In the Mouth of Madness tiene todo lo que podría pedirle a una película
para entrar a mi canon personal.
Antes de entrar en los innumerables aspectos
que me fascinaron de este film, debo hacer notar que es uno de los mejores
tributos a las novelas de terror que hay, especialmente a Stephen King y
Lovecraft. De hecho, el título de la película “In the Mouth of Madness” es claramente un tributo fonético a una de
las obras más famosas de Lovecraft llamada “At
the Mountain of Madness”, ¿loco, no?
El plot es increíble, básicamente trata sobre la
búsqueda de un escritor desaparecido llamado Sutter Cane. El tipo es básicamente
Stephen King -incluso, mencionan expresamente que es más popular que Stephen
King-. Lo llamativo es que los libros de Cane provocan histeria y alucinaciones
en sus lectores.
En sí, la película no da tanto miedo, pero si
les aseguró que van a estar completamente inmersos en ella, ya que el trabajo
de atmósfera que logró John Carpenter es sublime. Es más, desearía que muchas
otras películas de terror aprendiera de esta película para hacer adaptaciones a
libros y, ¿por qué no? De cuentos de Stephen King pues siempre sus lectores se
quejan que faltan buenas adaptaciones de su obra. La película es vieja, pero es
de esas que han envejecido bien y, cabe decir, su ambientación noventera le da
una estética propia y realista con la época en que ocurren los acontecimientos
de la trama.
Las actuaciones son muy buenas, especialmente, el
protagonista que hace de cínico escéptico de turno. Además, el desarrollo de la
historia es absolutamente impredecible, aunque parta del final. Destaco los
encuentros entre los protagonistas con Cane porque narrativa y creativamente
son escenas muy intrigantes.
Debo hacer énfasis en escenas que hasta este momento en que escribo esta nota me sigue perplejando. El ciclista en el loop infinito en la entrada de la ciudad es aterrador, pareciera que como fue el único momento en que es tomado en cuenta por Sutter Cane, la existencia del pobre ciclista se vió reducida a recorrer esos escasos metros en su bicicleta una y otra vez. ¿Siempre sucederá lo mismo con los personajes terciarios en los libros que leemos? Es un detalle, pero me causo un pánico al borde de lo irracional hasta el día de hoy.
Como breve análisis para terminar porque esta
es de aquellas películas que uno sigue pensando y dándole vueltas, me pareció
sumamente interesante como la locura de cada uno de los personajes parece
convertirse en una dimensión excluyente y personal. Por ejemplo, pueden notar
como la película cambia de perspectiva cuando la coprotagonista es atrapada en
la locura de Cane. Da para extensos análisis, y lo interpretó como la alienación
que sufre una persona cuando diverge de los parámetros que entendemos como
realidad. Y por lo mismo, si los excluidos comparten una nueva realidad, por lunática
que sea, potencialmente podrá ser la nueva realidad de la mayoría que comenzara
a excluir a los que no la comparten.
También, me agrada pensar en la segunda vuelta
de tuerca a ese análisis que en realidad nunca hubo locura y realidad, sino que
lo único que representa la película es la experiencia del lector en distintos
niveles subniveles, incluyendo su relación dialógica con el escritor de la obra
(Cane) que están leyendo. Es más, podría ser de aquellas películas en que en
realidad todo transcurre exclusivamente en la mente del protagonista, y
sencillamente fuimos engañados por su distorsionada experiencia cognitiva de la
realidad.
Y por supuesto, una combinación de ambas en que
los libros nos abstraen de la realidad para inducirnos en una locura individual
que puede llegar a ser compartida, lo que es una fascinante idea respecto a ciertas
franquicias de fantasía que siguen expandiéndose como ocurre con Harry Potter, Star Wars o el mundo de Solomon
Kane, que por cierto, comparte el apellido con el autor Sutter Cane.
En conclusión, obstinadamente les recomiendo
esta película. Con facilidad entró en mi ranking de películas favoritas y como
pudieron leer, tiene un interesantísimo análisis sobre la experiencia literaria
combinado con una fascinante atmósfera de terror. Es por eso, que la califico
con un 10/10. Para mí, una película a la que le doy un 10/10 es una película
que no solo destaca por sus distintos elementos por separado y combinados, sino
que además, es de aquellas que podría ver una y otra vez sin cansarme, siempre
encontrando un detalle nuevo que paso desapercibido, como Whiplash. Les recomiendo In
the Mouth of Madness.
Pd. Acabo de publicar el primer capítulo de un libro que estoy escribiendo en este blog, se llama "Santiago sin Kiltros", libro que narra la lucha entre distintas bandas de licántropos por el control de la ciudad. El libro completo lo ire publicando en este sitio a medida que lo vaya escribiendo, pueden leer el primer capítulo haciendo click aquí.
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